NUEVAS FORMAS DE MOVILIDAD URBANA DEL SIGLO XXI
HACIA UN NUEVO PARADIGMA SOCIAL: DEL VEHÍCULO PROPIO DE COMBUSTIBLES FÓSILES AL VEHÍCULO ELÉCTRICO COMPARTIDO
A mediados del siglo pasado y como consecuencia de la evolución socio-industrial, se fueron incorporando nuevos paradigmas de bienestar humano, vinculados a la posesión de elementos que nos hacían más fácil la vida, como por ejemplo los electrodomésticos (neveras, lavadoras, etc). Pero si algún elemento dio un claro indicativo de cierto estatus social fué, sin duda, el acceso a un vehículo propio. Este fue el gran rasgo definitorio de bienestar social y progreso: el acceso al automóvil familiar de forma generalizada. En este sentido, baste destacar los hitos que constituyeron la masificación de vehículos hoy históricos, como el famoso Fort modelo T a principios del siglo pasado o, más recientemente, el no menos famoso Volkswagen Escarabajo o nuestro queridísimo SEAT 600, por citar algunos ejemplos que nos hicieron ver a los ciudadanos el mundo más cercano y dieron una libertad de movimientos a la población nunca vista.
La idea clave fue que, con la compra de un vehículo, generalmente movido por combustibles fósiles, el ciudadano empezó a adquirir un estatus determinado, al tiempo que se amplió la capacidad de movilidad familiar y personal.
Pero la realidad es que el paradigma de vehículo familiar propio ya no es monolítico, sino que se han abierto nuevas opciones de movilidad (carsharing, patinetes, motosharing eléctricas, etc), especialmente en las grandes ciudades, que compiten con los antiguos medios en eficacia, en coste y, sobre todo, en lucha medio ambiental con un éxito incuestionable.
Todo apunta a que el nuevo modelo de movilidad será una cuestión hibrida, donde se mezclarán conceptos como el uso se vehículos compartidos, ya sea moto, patinetes e incluso automóviles, donde mediante el uso de las plataformas tecnológicas se optimizarán costes, desplazamientos y logística.
Es evidente que, dentro de esta nueva realidad, los ciudadanos esperamos que las diferentes Administraciones controlen y regulen con eficacia y visión de futuro estos nuevos operadores del mercado acerca de las cuestiones las relevantes, como son las de libre competencia, evitando los monopolios y favoreciendo la creación de una nueva área económica diversa y plural que pueda generar un gran número de puestos de trabajo en un sector “limpio” y novedoso.
En este sentido, ADAC realizará las acciones necesarias y que estén dentro de sus posibilidades y recursos para defender los intereses generales, buscando un sector de movilidad eléctrica urbana diversa y enfocada al mejor servicio al usuario de una forma ecológicamente eficiente.
ADAC.






